Porque debería estar prohibido escuchar a Antonio Vega. Porque tú tendrías que estar prohibido para mí. Porque te haces necesario en cada trazo de minuto que pasa. Porque no sé estar sin letras debidamente ordenadas en un orden. Porque te gusta Cortázar, porque me gusta su soledad, porque prefiero estar tranquila escuchando un disco que rodeada de gente. Porque no escarmiento ni a orden ni a letras, ni a nada. Porque no quiero quererte, porque quiero prescindir de mi gusto. Porque prescindirte es tedioso, porque te haces real, porque no quiero pensarte, porque te me apareces, porque te odio, porque estás, porque te añoro. Porque tienes manos, y pensares varios, y razones. Porque tienes razones escondidas en latas y me las das. Por eso.
Texto: Virginia Fernández. “Razones varias”